Llegaba de una fiesta, sobria o en el peor de los estados. Sabìa que no era como las demàs chicas, pero con màs razòn sabìa que no era especial. Siempre era la ùnica entre los chicos, vestìa extravagante siempre y en algunas ocasiones tacones, aunque sabìa que habrìa golpes con mùsica pesada o lluvia de cerveza entre muchos gritos.Sabìa que no era feliz, pero eso era el sinònimo màs cercano a "felicidad" que habìa encontrado. Le atraìa a los chicos, reìa de sus bromas y malas actuaciones; la miraban màs de un par pero nunca la llamaban al dìa siguiente. Decìan: "Sos linda, tenes buen gusto con la mùsica y no tienes chico.. ¿còmo puede ser eso?" Ni siquiera ella lo sabìa. Sòlo sonreìa.Llegar a casa significaba para ella una tormenta de ideas que espantaban el sueño. "Estuvo bien.. ¿Y?"..Mañana a la mañana todo volverà a ser igual.
Pero le gustaba esa vida.
Le encantaba.